viernes, 16 de noviembre de 2012

when you smile

Pienso que los hoyuelos de las mejillas son amplificadores de la sonrisa, y es por ello que cuando sonreimos la alegría puede ser concreta y acotada a una situación particular, pero el efecto se propaga ad infinitum.





miércoles, 12 de septiembre de 2012

Abriendo la caja.

El problema de Schrodinger nada tenía que ver con gatos, con realidades, con sistemas, con física ni mecánica.
Schrodinger no era un científico: era un eterno enamorado que buscaba una excusa para no aceptar que el amor que lo había unido a su enamorada ya se había perdido.

¿eh?

¿Vos qué tenías que ver de todo esto?

No puedo escribir una puta palabra, no puedo leer una puta oración, no puedo escuchar un puto tema, no puedo mover un puto dedo, no puedo parar de sentir que no puedo...
No puedo dejar de pensar en vos, no puedo parar de culparte, no puedo evitar repasar los recuerdos, no puedo hacer más nada que escupir esta verborragia lamentable, no puedo nada, no puedo ni un poquito más, no puedo nada menos.

Desearía que no estuvieras aquí.

jueves, 16 de agosto de 2012

Palabra

Sabía que no podía esperar más. Ese era el momento preciso. Lo sentía claramente aunque no pudiera comprender las razones. El día tan ansiado al fin había llegado y ella todavía no estaba segura qué iba a decir. El sol, el domingo, la familia entera al rededor, la casa parecía haberse preparado para ella. Los ojos de sus padres la enfocaban como a la protagonista de una película en primer plano. Estaba muy emocionada, y a su vez, muy nerviosa. se sumía en sus pensamientos tan profundamente que por momentos se babeaba. Recordaba cada consejo recibido, algunos medio tontos, algunos más directos. Su madre que insistía e insistía, siempre con lo mismo, siempre con la misma palabra, como si fuese la única en su vocabulario. Mamá. Ella recordaba todo, las miles de ideas que su hermano le contaba a diario, las que cuidadosamente escuchaba cuando la gente a su alrededor, ocupada en sus asuntos, no notaba su atención. Intentaba decidirse, y a cada intento, dudaba más y más, de repente no podía elegir, todo le parecía igualmente importante, igualmente priorizable. Sentía que los segundos pasaban y sus padres no dejaban de mirarla, pero la emoción y la alegría comenzaban lentamente a borrarse de sus caras. Ella necesitaba hablar ya, tenía que decirlo, habían pasado tantas cosas en estos 11 meses de vida que estaba segura de que era el momento de contarlo, pero ¿cómo? ¿Qué diría? estaban todos espectantes y ella sentía que era su oportunidad, al fin, de ser importante. Iba a decir su primera palabra, y con ella vendría el principio de todo. Sabía que no era poca cosa. Y las ideas se apilaban en su pequeña cabecita, miles de palabras queriendo salir, chocando con los monosílabos de sus familiares intentando entrar. La presión y los nervios le jugaban en contra. Se reía, se movía torpemente, intentaba hacer tiempo hasta sentirse segura y decidida a decirlo. Los padres cada vez más cerca, las miradas de los tíos que se asomaban a ver lo que pasaba, el reloj de pared retumbando segundo a segundo en sus frágiles oídos, la suma de todo venció la vacilación, y habló.
Pobre niña, no pudo decir nada coherente, balbuceos y palabras mezcladas se le escaparon de la boca y sintió que una vez más fracasaba al deseo de sus padres.

domingo, 12 de agosto de 2012

Los goces de este mundo

Aterradora idea de Juana, acerca del texto Per Speculum in Aenigmate. Los goces de este mundo serían los tormentos del infierno, vistos al revés, en un espejo.

Léon Bloy: Le Vieux de la Montagne (1909).

martes, 29 de mayo de 2012

infinitamente efímera

Qué hermosa casualidad alzar la mirada hacia el cielo en el mismo instante en que pasa una estrella fugaz, y cuánto más bello es saber que al escribirlo esa estrella pasará cada vez que la lea.

domingo, 13 de mayo de 2012

En la piel del dragón

Pensando en su dragonidad el dragón se dio cuenta de que se estaba volviendo más humano. ¿Acaso pensar no había sido siempre una habilidad propia de los hombres? Siempre se había sentido un dragón por escupir fuego, portar grandes alas y gozar de fuertes garras en sus patas, pero sabía que ahora por darse cuenta de ello inevitablemente se estaba humanizando.

La tarde en el castillo estaba bastante gris y fría. El dragón, acostado en el techo de la alcoba de la Princesa, notaba poco movimiento en los corredores y patios exteriores. Sólo algunos guardias pasaban en los relevos de turno.
Algunas preocupaciones surgían a consecuencia de su primer razonamiento. ¿Qué pasaría ahora? ¿Podría seguir siendo un dragón o a su vez dichas características irían desvaneciéndose a merced del crecimiento de los rasgos humanos? Imposible responderse, sabía que debía esperar que pase el tiempo y observar. Sin embargo nuevas inquietudes se manifestaban forzosamente. ¿Perdería poder, capacidad, seguridad, dominio? Nadie como él había podido defender a la Princesa del peligro de los hombres, nadie más que él garantizaba la seguridad de ella, y del palacio en general. Durante años se había enfrentado a malvados hombres que intentaban atacar con razones muy diversas y a todos, sin excepción, había eliminado sin demasiada dificultad. Sus movimientos eran rápidos, precisos y efectivos. Pensando en ello se asustó de inferir que ahora, con la capacidad del razonamiento adoptaría también la posibilidad de duda, lo que implicaba para él (y sus funciones de dragón) una debilidad. ¿Cómo se libraría del trágico momento de vacilación en la lucha, si es sabido que es inconsciente, ergo inevitable?

Un temor a morir le nació repentinamente. La idea lo dejó perplejo por unos instantes pero luego pensó que si perder su dragonidad podría costarle la vida, entonces la muerte tendría sentido para su naturaleza (su existencia) de dragón. Claro que esto lo calmó en parte nada más porque la preocupación por la seguridad de la Princesa seguía siendo su deber primordial. ¿Qué pasaría con ella si él no podría cuidarla, si no estaría más ahí para defenderla? ¿Quién la salvaría del peligro de los hombres? Esta sensación comenzó a confundirlo. No estaba seguro si lo que lo asustaba era el temor de no cumplir con su misión esencial o que la fragilidad de la Princesa fuera vulnerada. ¡Qué terrible! La sola imagen de la blanca piel de la Princesa - de SU Princesa - siendo lastimada por la brutalidad de un hombre comenzaba a enloquecerlo.

Se había enamorado. Lo aceptó sin demasiadas vueltas, como fue aceptando resignadamente toda su humanización.

Pensó en estas cosas toda la tarde. La quietud otoñal y el período de paz en el imperio le permitían quedarse acostado descansando su cabeza, sus alas y todo su cuerpo, relajando hasta el último músculo. De a ratos exhalaba profundamente, y el suspiro se mezclaba con el sonido del viento contra los árboles del bosque real.

Al caer la noche ya se había dado cuenta de todo lo que significaba para él esta nueva realidad. No simpatizaba con su humanización, mucho menos con la idea de que el significado de su vida como dragón mute tan radicalmente, pero sobre todo, se sentía dramáticamente perturbado por la noción de estar enamorado de la Princesa. Se había dado cuenta, había concluido de que tarde o temprano iba a matarla. Ahora simplemente le quedaba asimilar el hecho de vivir con ese designio.

miércoles, 25 de abril de 2012

Lágrima mía

Hay que dejarla ir. Hay que dejarla, pequeña, desprenderse y agrandarse por no querer soltarse, hasta caer, por su propio peso, deslizándose por la mejilla, atenuando el fuego de la piel, llevándose todo lo que quema. Hay que dejarla limpiar todo lo que ensucian las manos, todo lo que va quedando sucio de tanto manoseo todo lo que fue quedando impresentable. Hay que dejarla curar las cicatrices hechas con los filos de la vida, hay que dejarla borrar los hematomas formados por la presión de los nudos, y las quemaduras generadas por el roce de la piel contra las cuerdas.

domingo, 1 de abril de 2012

insulsos

ODIO tener libros regalados sin dedicatorias.
Es como si hubiesen llegado ahí
al estante
más por una devolución que por un presente.
Es como si las personas
hubiesen querido rápidamente salir de la situación.
Como si hubiesen querido deshacerse de algo.


Ellos
no aprendieron algunas cosas de la vida.

lunes, 19 de marzo de 2012

Preguntas cotidianas

Entro a la verdulería y...

- Hola, ¿qué anda buscando, señorita?
- mmm... Qué quiero... ¿qué quiero? ¡Qué buena pregunta!
- jejeje es una pregunta que me hago bastante seguido...
- Sí, yo también... ¿y sabés la respuesta?
- ¡Ojalá!
- Ooooh, ¡yo tampoco!


...entonces compré un par de manzanas y me fui.
"Para la inteligencia", dicen.

sábado, 10 de marzo de 2012

Vientodestino

Qué rápido se enmaraña todo.
Estaba ordenando
tranquila
mi casa,
mis cosas,
y de repente
entró un viento fuerte por la ventana
tirando al piso todo lo que estaba en su paso.
¡Si tan sólo se lo hubiera llevado!
Pero no,
está todo aquí,
desordenado
una vez más,
y yo,
mirándolo
sin ganas de moverme
y vos en el piso,
ahí,
estorbando nuevamente.

Me pregunto porqué abrí la ventana
si sabía que todavía soplaba el viento afuera.

martes, 14 de febrero de 2012

Sinónimos

Destruida, demolida, derribada, deshecha, destrozada, empobrecida, despedazada, destrozada, rota, acabada, asolada, desmantelada, desvencijada, desarticulada, vencida, derrotada, aniquilada, quebrantada, derretida, desleída, arruinada, hundida, descosida, devastada, desvanecida, quebrantada, abatida, decaída, apesadumbrada, desalentada, desanimada, desfallecida, agotada, extenuada, fatigada, postrada, despreciada, agobiada, aplastada...
...etc.

lunes, 30 de enero de 2012

Algo está pasando hoy...

A veces me siento triste,
tristeza muy difícil de describir,
que se percibe en algún lugar del corazón
o del alma.
Y me acuerdo de alguien que creo que conoce en propia piel lo que no puedo explicar
y me dan ganas de correr y abrazarlo

¿por qué me alejé tanto?