sábado, 10 de marzo de 2012

Vientodestino

Qué rápido se enmaraña todo.
Estaba ordenando
tranquila
mi casa,
mis cosas,
y de repente
entró un viento fuerte por la ventana
tirando al piso todo lo que estaba en su paso.
¡Si tan sólo se lo hubiera llevado!
Pero no,
está todo aquí,
desordenado
una vez más,
y yo,
mirándolo
sin ganas de moverme
y vos en el piso,
ahí,
estorbando nuevamente.

Me pregunto porqué abrí la ventana
si sabía que todavía soplaba el viento afuera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El viento está ahí afuera siempre, puede invadir tu espacio el muy pícaro si abrís la ventana, aunque por suerte, no sobrevive dentro de la casa si la ventana se cierra...
Las ventanas son para abrirse; así podemos recibir todo lo bueno que llega a través de ellas, simplemente (bueno, a veces no tan simplemente) hay que saber cerrarlas cuando aparece el viento, o mucho mejor... cuando se ven allá afuera esas nubecitas negras.