jueves, 18 de agosto de 2022

NOVELA EN PRIMERA PERSONA

Fuiste un verano en playas cristalinas,

yo soñaba montañas.


Tal vez debí decir adiós.

Me pedías que no hablara.


Me dormí al sol en tus arenas infinitas,

encontrando la paz que no buscaba.


Subió la marea y al sentir el agua

anhelé las alturas, las cumbres más altas.


Me sumergí en tus brazos buscando lo más profundo,

y me aferré a mi timón surcando tus aguas bravas.


Descubrí los monstruos ocultos en tus entrañas,

y los llevé a la orilla. Nadaron en aguas mansas.


Disfruté las noches, tranquilas, estrelladas,

duermiendo sobre tu pecho, creyendo que era mi almohada.


Soñé que éramos pájaros, desperté buscando tus alas,

vos construías un nido, sin miedo a que me volara.


Pasaron los días, las horas, las madrugadas,

y floreció una casa, refugio en las noches nubladas.


Y los cuentos que siempre leía, novelas que siempre buscaba,

empezaron a hacerse uno, mi historia jamás soñada,

escribiéndose en cada latido, en cada paso con vos. Enamorada.