life is what happens to you while you're busy making other plans...
En mi mundo imaginario todas las personas usan anteojos. Pero además tienen más brazos y más manos y más dedos que los reales, entonces pasa que cualquier acción o suceso, como ir a comprar el pan, que en la vida real no es más que el simple y aburrido hecho de ir a comprar el pan, en mi mundo imaginario puede desatar un sinfín de hilos, moños y nudos trascendentes. Y por ello ocurre que mientras una persona real habla con otra persona real, los brazos imaginarios (que, como era de esperar, son muy inquietos) rápidamente se aburren y se ponen a jugar. Así es como los lentes imaginarios a veces se llenan de marcas de las otras personas.
Este peculiar detalle que en unos anteojos reales serían una molestia, en el mundo imaginario hace cosas maravillosas. Por ejemplo, te puede pasar que vas caminando distraido, y al mirar para un costado ves un jardín de margaritas. Y justo en ese costadito de tus anteojos imaginarios hay una huellita. Es por eso que en las margaritas encontrás el recuerdo de algún amigo... y por eso es que a veces alguien se acuerda de uno cuando mira un arcoiris o lee un libro si lleva puestos los anteojos.
(foto: gracias Luk)