El grito silencioso
de la causa perdida,
la puntada en el pecho
de seguirla queriendo,
de pelear por lograrla
aunque ya se haya ido.
Mi causa, musa en vano,
mis versos tan vacíos,
distancia sin sentido
de un tiempo que no vuelve
a un futuro imposible.
Los pasos invisibles
que llevan a la nada.
Las ganas de saltar,
de tirarme al abismo
con los ojos abiertos,
con los brazos rendidos.
Con los ojos cerrados,
los brazos extendidos
esperando el abrazo
que no fue prometido
de un amor que es burbuja,
que es pompa de jabón,
que es estrella fugaz,
tan perfecta, brillante,
inatrapable, impalpable,
que se aleja, se va...
Te lloro en el silencio
de no poder decirte
lo mucho que te quiero
un solo instante más,
un tic en el reloj,
un tac de un beso nuevo,
un infinito segundo
sin dimensiones medibles,
un momento eterno,
(si es que hay eternidad)
un punto definido
en este espacio-tiempo,
tan solo un punto más
con vos
al lado mío.
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