martes, 12 de junio de 2007

la luna no siempre es la misma...

Llegó la oscuridad de un martes de junio, no se bien cuál es exactamente, pero trajo atrás muchas impresiones del día. Entro a mi casa, vacía y sin luz. Vacía y sin luz mi casa, vacía y sin luz yo. Voy a la cocina, preparo unos mates. Capturo imágenes. Uno, el vapor que sale del termo destapado. Dos, mi tortuga en una caja de zapatos. Cero, los árboles marrones y los árboles verdes de este otoño cerca del río, hoy martes, hace unas horas. Tres, cuatro, llaves, escalones en el patio. Cinco, mi cabeza en el reflejo del vidrio de la puerta. Cinco, coma, cinco coma cerouno, hay flashes en mi cabeza. Fibonacci, una espiral dibujada en un diario en un bar en una película. Pi. Seis, (menos seis), es un pizarrón pentagramado y unas gentes, una persona al lado mío, que me mira. De a ratos, sonríe. Estoy cantando un tema, Tres Agujas, a él no le gusta, o al menos eso dijo. Tengo un cajón acá en el escritorio donde escribo, pero pienso un rato y no descubro cómo puedo guardar el día ahí. Nunca se me ocurre bien qué hacer con lo intangible. Miro fijo la pared blanca. Aparece otra vez en mi cabeza una espiral, pero en la pared. Estiro la mano y no está. Nuevamente lo intangible se me escapa. Pienso que podemos partir de un punto, y avanzar en espiral, años, segundos, no importa, en cualquier momento existirá una forma de volver al centro sin tocar el camino realizado, andado. ¿Es posible? Lógico... Cero, uno, uno, dos, tres, cinco, ocho, trece... Ya sabemos cómo seguir huyendo, pero ahora es momento de saber cómo regresar. Me vuelven las imágenes, y este texto sin punto y aparte. Imagen siete, el fuego en el cigarrillo encendido. No importa. Me paro, me levanto de la silla y me voy. Retomo la meditación. Si vuelvo sobre mis pasos no toco mis memorias pasadas, pero toco las imágenes. Retoco las escenas. No me sirve. Un violín comienza una escala, sube, para. El arco vuelve sobre las cuerdas y los dedos vuelven hacia atrás. Desciende la escala, y en el aire están las ondas viejas, y las nuevas. Ya no es el mismo si bemol. No como al principio. Mejor me voy, con esto no estoy llegando a ningún lado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hey! la verdad que me encantó! muy bonito, de verdadd!!! (a pesar d que lo tuve 3 días abierto en la compu a la espera de ser leído! jeje, lo valió). Me voy a seguir con mis cosas, vos seguí con las tuyas, pero si te tienta detenerte a escribir algo así, no lo dudes, porque están copados!
Te dejo un bsote enorme lulin! nos vemos por la vida!!

Graciela dijo...

bellísimo texto, Luz!!!!! me encantó. Es para leerlo y releerlo. Digo lo mismo que Pablo, si te tienta escribir algo así, no dudes en hacerlo. Besos