jueves, 27 de julio de 2006

(amarillo)

Quieto.
Inmóvil como un cadáver viejo,
reflejando nada.
Así te vi, así te encontraba cada vez, el mundo girando a tu alrededor y vos inalterable.
Punto. Tus dedos fríos buscaban esto que soy yo, buscaban mi boca (tal vez) para saber que soy yo.
Que soy yo, que te estaba viendo, que tus ojos ciegos no me asustaban.
Y seguías quieto igual, yo ahí y vos quieto igual,
¡Quieto igual!
No esperaba que te muevas, pero vos estabas quieto. El aire se enviciaba y la luz de la ventana se perdía contra el techo, amarilla para mí (para vos indistinto).
Me movía yo y vos estabas quieto,
siempre lo mismo,
siempre inmóvil,
siempre quieto,
siempre inmóvil .
Nunca pasó nada y te moriste, quieto, tieso, inmóvil te moriste, en el mismo lugar que te encontraba, con los mismos ojos blancos, con el mismo cuerpo frío, con lo mismo... con lo mismo que te amaba, con lo mismo.

4 comentarios:

Viajero Codificado dijo...

Luego de leer esto me quede con una sensacion de...

Anónimo dijo...

muy lindo, la verdad...
bueno, me voy a pegar un tiro y vengo
chau!

Anónimo dijo...

Medio lujubre lo que escribiste... esta dirijido a alguien en especial? o fue simplemente la secuela de alguna pelicula u otra cosa que hayas presenciado?.
Bueno te dejo saludos. que estes bien, adios.

Anónimo dijo...

Hermoso!...Me ha dejado con ganas de mas, y una insistente taquicardia que no cesa...