lunes, 24 de febrero de 2014

Todo lo sólido se destroza en el aire

Una anda así y así por la vida, muy elástica y flexible adaptándose a los ritmos y a los moldes y a los tempos y a la mente y a los vientos y a la vida,
hasta que a una se le meten en el mainstream de la vida esas personas, esas increibles almas que uno extraña, extraña muchísimo, sobremanera, tanto, tanto que el alma anhela desesperadamente tener cerca,
 y a una, al darse cuenta de que no están, y no se ven venir ni siquiera desde muy lejos,
a una, sí, así como así, en una infinitésima de segundo,
se le desgarra el alma.

martes, 18 de febrero de 2014

Anticrónica

Quiero recapitular los hechos del día de la forma más literal posible y me sumerjo en una nebulosa de pensamientos que deambularon en mi cabeza durante las últimas horas.
Qué desastre.
¿Puede ser que durante sólo una hora haya podido abstraerme de la mente y simplemente disfrutar?
Quién sabe.
Quién sabe qué quiero decir, quién sabe quién de mis yo está hablando cuando dice que en la superficie de vivir hay otras reglas, otros códigos, otras leyes. Pero que las raices del carpe diem nacen en el más profundo pensamiento. Y ese pensamiento existe sólo, ni en el más ínfimo instante en el que comienza a existir podemos dominarlo.
Si estoy despierta tratando de escribir qué fue lo que hice en el día a pesar de que todavía no solté ni una sola palabra será porque algo desde muy abajo quiere salir, quiere meterse en el hoy, quiere entrar a la cancha y ser parte del juego porque ya se le están terminando las horas y no quiere explotar y pudrirse allí adentro.
Si doy tantas vueltas será porque quiero, o porque no se realmente el camino, será porque fue propia mentira creer que existe el deseo de salir del laberinto mental, o por mentira ajena creer que en algún allá hay una salida al mundo real.
Quién sabe porqué escribo una oración y la borro, porqué cuando quiero contarte que hoy simplemente bla bla se me anula la prosa y se me aburre la historia.
Quién sabe porqué estas palabras sin sentido quedan, si teóricamente quise rescatar a las otras, quise que la crónica de mi vida sea una novela de introducción-nudo-desenlace, quién sabe porqué termino expresando todo al revés, sabe quién...
Quién sabe qué habré hecho en todo el día si ya ni lo puedo relatar, quién sabe si fui a trabajar, quién sabe si viví el día, si ahora que miro por la ventana me doy cuenta que es de noche, y quizás todavía no desperté...