miércoles, 16 de julio de 2008

gestos++





Un gesto desinteresado en respuesta a un gesto desinteresado anterior pero esta vez con un detalle más para resaltar que realmente se agradece la acción desencadena una suma infinita de actos que comienzan una historia de sonrisas y regalos. La primera vez no es el sujeto B el que motiva el gesto sino un acto común en la vida del sujeto A. Sujeto que siempre que encuentra la ocasión ofrece un poquito de su vida sin esperar nada a cambio más que la gratitud de saber que no fue en vano. No tiene costo alguno y no trasciende más que hasta un cambio de actividad que deje atrás lo cotidiano. Pero a veces pasa que el sujeto B, podríamos llamarlo ahora Walter o Francisco (indistinto) se siente más que beneficiado y descubre en sí la necesidad de devolver este gesto, a modo de equilibrar las cosas intangibles de este mundo (“lo que te sobra no te pertenece”), personalizando así la acción, quitándola del marco genérico de hechos, para ser seleccionado en el ámbito excepcional. Resulta así entonces que Francisco encuentra el punto en el que puede repetir la acción con destinatario inverso, protocolo de un “gracias” afable (y reglamentario en sociedad), llegar al déficit cero y retirarse así de la zona común entre los conjuntos A y B. Pero no, Walter Francisco aprendió la lección de Julia (léase sujeto A) y aprovecha la oportunidad para sumarle un detalle, por cortesía. Oh! Desatento Francisco que no nota que con esta conducta desecha el lazo de la acción para dar lugar al vínculo persona-persona, donde a partir de ahora las luces del escenario se centran en el alma de Julia y de B si tal cosa fuese físicamente posible. Empieza el juego, Francisco pone un gramo de sobra del lado de la balanza de Marina (que en realidad es Julia) y entonces ella sonríe y siente el apuro de poner una pesita del lado de Walter para equilibrarla nuevamente, pero se encuentra con que ninguna de sus pesas equivale a el exceso exacto, entonces pone más y desnivela, y ahora Francisco devuelve el gesto, esta vez es un poco más que agradecerle con un chocolate, esta vez se transforma en hombro para que descanse la cabeza de Julia entonces Marina Julia o Julia le presta esos libros que Walter le comentó que andaba buscando, y que Francisco le devuelve luego con un señalador muy bonito al sujeto A, continuando la suma infinita que se anticipó en el principio del texto y que siempre se pregunta ¿cómo compensarlo? With love, and this is not enough.